domingo, 30 de diciembre de 2012

Cinco chats con Mª Pilar

 Primer chat

 Así pues, sólo sabía su nombre y ese delgado hilo que era su dirección e-mail.
Ni teléfono,ni apellidos.Sólo el brillo de su mirada,el recuerdo de su pausado caminar,como si volviera de todas partes sin haber llegado nunca a ninguna de ellas y esa sensación indefinida entre curiosa y pasota a la espera de ver en qué dirección movía yo ficha.
Siendo verano,las noches cálidas y yo insomne por vocación,me senté junto a mi compañero nocturno y escribí su dirección de correo.
Una ventanita en la que nunca había reparado,por no ser yo dado a eso de chatear,me anunció que Mª Pilar estaba disponible para el chateo.(¡Dónde ha quedado,dios mío, el verdadero chateo de mis tiempos estudiantiles!.Aquellos chatitos de vino con sus ricas tapas en Sevilla).Más para estar a la altura de los tiempos,probé: ¿Estás ahí?.
Y estaba.
Y comenzó una extraña conversación en la que se recibían respuestas a mitad de una frase por no entender que la tecla "intro" perdía su lógico y tradicional sentido para transformarse en el motor que lanzaba lo escrito.
Fue un baustismo de chat difícil y retorcido,rectificando la respuesta inadecuada porque en dirección contraria también yo enviaba respuestas a frases a medias.
Pero,como dice la gente moderna,fue diver.Un pasito adelante para conocer a una persona muy interesante.
Y hubo poco más.La sensación de proximidad de alguien que no sabes dónde está y una beatífica sonrisa con la que me fui a la cama...